Al tener que tomar como referencia un hecho histórico relevante, decidí elegir el atentado a la Amia del 18 de julio de 1994 porque me pareció que al ser un hecho reciente podía contar con los relatos de mis padres, quienes vivían a pocas cuadras del sitio donde la acción tuvo lugar. A pesar de tenerlos como ayuda para ciertos detalles como pueden ser las consecuencias a simple vista del estallido y los sonidos que se sintieron en el momento, averigüe la dirección y la fecha exacta en la que este suceso ocurrió ya que la memoria no les jugó a favor.
La escritura de la primera versión parecía correcta en cuanto a la inclusión de datos dados para que el cuento tenga sentido y comprensión, pero luego de leer los comentarios sobre el mismo, me di cuenta de que esto era de esa forma para mí porque ya sabía de qué se trataba la historia. Si alguien la desconocía, podían asumir que se trataba del atentado por la fecha indicada al final del cuento, pero el resto de la información no aportaba muchos indicios o era nula. Por esa razón incluí el nombre de la calle donde el edificio de la Amia está ubicado, así como el barrio y una descripción de sus funciones lo más simple como para que un niño pueda entenderla. Hice alusión al religión judía. dominante en la zona y en el edificio al describir a la gente que sufría por lo ocurrido en las veredas.
En el cuento original, escrito junto a una compañera, presté especial atención en lograr que el punto de vista se adecuen a la visión que un niño podría tener sobre la situación, ya que así lo pedía la consigna. Me enfoqué en detalles como pueden ser la mochila de los Simpsons o el pensamiento que el nene tiene sobre el pulmón del edificio, para añadir un poco de picardía e inocencia al personaje y así representar una corta edad para el mismo.
Al leer los comentarios de otra compañera y de mi profesora, me di cuenta de que podía trabajar más la opinión que el niño tenía sobre los adultos y hacer que esta indique su forma inocente de ver el mundo. A la oración: “A mi me gusta sentir que mi vida es una película y que pueden pasar cosas increíbles” la cambié por: “A mi me gusta sentir que mi vida es una película y que pueden pasar cosas increíbles e interesantes. Si los grandes prefieren ser aburridos, se van a terminar volviendo locos en su mundo donde tienen todo planificado.” Amplía la idea de un mundo fantástico que un niño puede tener acerca de la vida.
Sobre este mismo aspecto corregí un pensamiento adjudicado al niño al final del cuento en el que parecía muy maduro para su edad, muy profundo y analítico para lo que un chico puede entender: “ porque sé que me estuvo evitando para no tener que enfrentar el miedo que sintió y que noto que siente” por “ porque sé que todo lo que hizo lo hizo para protegerme y no contagiarme de su preocupación”, que parece más adecuado y verosímil.
A lo largo del cuento, el niño siente empatía con los personajes que aparecen y se mencionan en la historia, enfocado en la situación que estaba viviendo y por eso me pareció acertada la corrección que mi profesora me hizo sobre la expresión: “Me distraigo pensando”. A esta opté por cambiarla y usar en cambio: “Sigo pensando” ya que en realidad ese pensamiento venía ocupando un espacio en su cabeza desde el comienzo, desde que empieza a demostrar inquietud sobre lo que está viviendo. El cambio logra que el relato sea completamente verosímil ya que pienso que es correcta la preocupación del nene por la situación y los pensamientos que éste tiene con respecto a lo que vive, teniendo en cuenta su edad.
En cuanto a la distancia narrativa, en el cuento original no fue muy acertada su inclusión ya que prácticamente no se incluyeron a los otros personajes como partícipes en el relato y por lo tanto, no tenían voz. En la segunda versión, inclui partes en las cuales la madre habla con el hijo, en forma de discurso directo libre, en donde narrador no lo menciona y simplemente le presta la voz a su personaje, sin ningún tipo de indicación: “ La ficción no es real. La ficción te vuelve tonto.” “Tu bolso pesa mucho, lleva esto que está casi vacío”. (En el cuento no utilicé comillas, están utilizadas para mostrar la cita)
Otro aspecto narrativo que corregí a pesar de no haber recibido ningún comentario acerca de ello, fue el tiempo elegido en la narración. La versión original ocurre cronológicamente, siempre preguntando sobre el pasado pero sin anacronías ni vueltas en el tiempo. Todos los hechos se suceden. Lo que sí se incluyó fueron pausas y resúmenes, donde, en el primer caso, se explican situaciones, se describe lo que el niño ve y en el segundo caso, se menciona en una oración el paso de horas, como es al final, cuando el niño cuenta: “Estoy muy cansado, fueron 4 horas de viaje por una ruta llena de autos que no avanzaban más”.
Para hacer el cuento más interesante, decidí incluir una prolepsis, al comenzar el relato desde los que el chico vive al final del día y luego saltando directamente al comienzo del mismo: “Las quemaduras ya no arden y el dolor ya no lo siento {...} Un ruido horrible. Me despierto muy asustado {...}.”*Link al cuento
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