El sistema por el cual la civilización moderna se rige nos mantiene encerrados, atrapados en el constante consumo, de una forma en la que se nos dibuja de la realidad para que no nos demos cuenta del gran daño que podemos estar causando y, ¿por qué? Porque hay que mantener ese sistema, la economía tiene que mantenerse, superarse y controlar a quienes forman parte de ese ciclo de obtención de bienes.
Por diversos medios se nos inventan a las personas necesidades que en realidad son superfluas, pero se nos convence de lo contrario, obligándonos de forma indirecta a satisfacer nuestros deseos de consumo, que deriva en el consumismo desmesurado, en ese que no se preocupa por el medio ambiente.
Es el medio ambiente el que sufre y se lastima con el consumismo, y es en ese medio ambiente en el que nosotros vivimos. Los que crearon este sistema, los que tienen el poder para cambiarlo, ¿se interesan en revertir los efectos de lo que generan? Lamentablemente, la obsolescencia programada nos dice lo contrario. Los productos que nos convencen de necesitar están diseñados para no durar lo suficiente y así poder generarnos, a los consumidores, una nueva necesidad que nuevamente va a ser satisfecha.
¿Se podría cambiar esto? ¡SI! Si los productos no estuvieran diseñados para romperse cuando podrían ser útiles, si los medios no nos indujeran en el subconsciente lo que "tenemos" que consumir, si pensamos en cómo abastecer nuestras necesidades de la mejor manera posible, es decir, reduciendo al máximo los desechos ajenos al medio ambiente natural, el mundo estaría viendo una diferencia.
¿Y esa diferencia es realmente posible? Nuevamente, ¡SI! Como habitantes de este planeta, como testigos del gradual deterioro que esta sufriendo a causa nuestra, cada vez somos más los que estamos despertando, siendo conscientes y dándonos cuenta de que el cambio depende de cada uno de nosotros. Cada individuo puede hacer un cambio que el día de mañana va a ser agradecido por nosotros mismos y por los que estén por venir. Nos estamos dando cuenta de que la economía tiene su importancia, pero no se la puede poner por sobre la importancia que tiene el BIENESTAR DE NUESTRO PLANETA, que nos va a permitir seguir habitándolo y disfrutándolo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario