sábado, 30 de mayo de 2015

Mitiguemos todos juntos que es mejor!

 Citando a la Real Academia Española, MITIGAR es la acción de moderar, aplacar, disminuir o suavizar algo riguroso o áspero. ¿Cómo lo vinculamos con el cuidado del medio ambiente? La mitigación es la acción o conjunto de acciones que podemos realizar para disminuir nuestro impacto en el planeta.
 Toda acción cuyo objetivo sea disminuir la huella ecológica, suma a la causa de mitigación. No es algo que solamente puedan hacer las grandes empresas, o los grandes capitales del mundo, que son generalmente los responsables del mayor porcentaje de contaminación de la Tierra. Nosotros, desde nuestras elecciones cotidianas podemos ayudar. Ya sea eligiendo comprar lámparas de bajo consumo, cerrar el agua mientras nos cepillamos los dientes, decidir usar la bicicleta en vez del auto, todas esas pequeñas acciones colaboran a reducir el impacto.



 Debemos solidarizarnos como civilización con el medio ambiente, porque TODOS
somos parte de él y necesita de nuestra ayuda. Es importante que uno se sume al cambio, y si eso es importante, ¡imaginemos lo que será si todos nos comprometemos!
 Es de suma relevancia la participación activa de quienes tienen la posibilidad de trasmitir estas propuestas, como los educadores o los gobiernos, para que estemos informados de qué formas podemos colaborar y hacer que el planeta, nuestro planeta, cure las heridas que estamos causando.


Si nos unimos y todos juntos, empezando por uno mismo, nos proponemos hacer un cambio, el cambio va a ser real.



miércoles, 13 de mayo de 2015

Re-encontremos nuestra libertad


El sistema por el cual la civilización moderna se rige nos mantiene encerrados, atrapados en el constante consumo, de una forma en la que se nos dibuja de la realidad para que no nos demos cuenta del gran daño que podemos estar causando y, ¿por qué? Porque hay que mantener ese sistema, la economía tiene que mantenerse, superarse y controlar a quienes forman parte de ese ciclo de obtención de bienes.
Por diversos medios se nos inventan a las personas necesidades que en realidad son superfluas, pero se nos convence de lo contrario, obligándonos de forma indirecta a satisfacer nuestros deseos de consumo, que deriva en el consumismo desmesurado, en ese que no se preocupa por el medio ambiente.
Es el medio ambiente el que sufre y se lastima con el consumismo, y es en ese medio ambiente en el que nosotros vivimos. Los que crearon este sistema, los que tienen el poder para cambiarlo, ¿se interesan en revertir los efectos de lo que generan? Lamentablemente, la obsolescencia programada nos dice lo contrario. Los productos que nos convencen de necesitar están diseñados para no durar lo suficiente y así poder generarnos, a los consumidores, una nueva necesidad que nuevamente va a ser satisfecha. 


¿Se podría cambiar esto? ¡SI! Si los productos no estuvieran diseñados para romperse cuando podrían ser útiles, si los medios no nos indujeran en el subconsciente lo que "tenemos" que consumir, si pensamos en cómo abastecer nuestras necesidades de la mejor manera posible, es decir, reduciendo al máximo los desechos ajenos al medio ambiente natural, el mundo estaría viendo una diferencia.
¿Y esa diferencia es realmente posible? Nuevamente, ¡SI! Como habitantes de este planeta, como testigos del gradual deterioro que esta sufriendo a causa nuestra, cada vez somos más los que estamos despertando, siendo conscientes y dándonos cuenta de que el cambio depende de cada uno de nosotros. Cada individuo puede hacer un cambio que el día de mañana va a ser agradecido por nosotros mismos y por los que estén por venir. Nos estamos dando cuenta de que la economía tiene su importancia, pero no se la puede poner por sobre la importancia que tiene el BIENESTAR DE NUESTRO PLANETA, que nos va a permitir seguir habitándolo y disfrutándolo. 

miércoles, 6 de mayo de 2015

¿Nos podremos perdonar?

Es muy fuerte que nos digan lo que estamos haciendo con el planeta. Genera impotencia darnos cuenta del daño que generamos y nos sentimos inútiles frente a lo que pensamos esta en manos de otros, pero no lo somos. Todos y cada uno de nosotros formamos parte de este sistema. Cada cosa que hacemos, decimos, cada cosa que mostramos en nuestra vida cotidiana influye. Ya sea dando el ejemplo a los que están aprendiendo o actuando de manera que genere un impacto en el medio ambiente, TODOS somos protagonistas de nuestras vidas y nuestras elecciones determinan el rumbo que queremos para nosotros, y para quienes vengan después de nosotros.
Personalmente me impactó la forma en que está relatado el video. Cuenta hechos que todavía no se dieron, pero que si no nos proponemos revertir lo que estamos causando pueden ser posibles en un futuro no tan lejano. La posibilidad de quedarnos sin el "pulmón" del mundo, que los océanos estén todos contaminados, que no hayan miles de las especies que hoy conocemos y ya están en extinción, de la misma manera que ocurrió con otras de las que no hay ejemplares vivos. Es muy angustiante pensar que al paso que vamos, las futuras generaciones no van a poder disfrutar de lo maravilloso que es este planeta.
Lo que resalto, es el final del video. El desenlace del mismo, que nos hace darnos cuenta que todavía estamos a tiempo, que podemos hacer algo para prevenir ese desastre, que aunque no parezca, tenemos al mundo en nuestras manos.

viernes, 1 de mayo de 2015

¿A qué llamamos desarrollo?

A partir de la visualización del documental La Isla de las Flores, analicé la relación de su contenido con el que se comparte en el documental Comprar, tirar, comprar. Ambos nos muestran cómo el mundo se rige por la economía, sin importar en absoluto los daños que esto causa al planeta y a todos los que lo habitamos. Cuando se trata de dinero, las potencias parecen ser ciegas a las consecuencias de sus decisiones e ignorarlas, dado que su inmediato beneficio va a ser valorado siempre por encima de aquel de los habitantes del mismo planeta en pocos años más.